30/9/11

MI QUERIDO INVERNADERO

Eran los últimos días de verano, con un violín tocando al fondo del invernadero, entre flores y plantas verdes enredadas en los cristales.

El viento sonaba despierto susurrando incertidumbre, pero alegre. Afuera del invernadero payasos con grandes pelotas, palmeras y pinos exportados, la clase media
; al fondo comiendo en los pastizales junto a esos manteles cuadrille.

 El violín suena al fondo del invernadero antiguo y hermoso; pero sus años mozos han pasado ya, y ahora es un tiempo tan distinto, lejos de esas flores y jardineras regadas por un anciano cuidador, sus vidrios han roto, y rayones de batallas pasadas hoy lo marcan y su hermosura se pierde entre el cemento y la arena artificial.

Aun se escucha el violín, se escuchan ecos de risas, niños apuntando cosas, sombras antiguas.

La incubadora del tiempo lo ha dejado allí, pegando en sus hierros todos esos sonidos risas, amores secretos, intrigas entre sus paredes.

Quizás el corazón le ocurra lo mismo, cuando guarda dentro de si tantas cosas pasadas y la añoranza de vivirlas se hacen presentes.

Son los últimos minutos, antes que el violín se le corte una cuerda, y la niña que toca allí sentada entre flores desaparezca, para no regresar, ella estuvo allí por mucho tiempo junto  a su música pero ya no regresará, porque se le ha roto una cuerda y no puede tocar así.

Al pobre anciano que le da agua a las flores de un infarto se va de tierra y sus plantitas fallecen con él, se mueren de pena , lloran su funeral para terminar acompañándolo en su lecho de muerte.

Cuando la gente de poder se escapa a los cerros, llegan las risas de lindos niños tratando de golpear con piedras a los pajaritos que se alimentan de los gusanos que quedan regados después de una muerte floral.

La piedra golpea a los vidrios  y el sonido armonioso de emoción, ahora son solo cristales brillantes rompiéndose.

El piso se vuelve polvo, polvo que se vuela con el viento; las puertas se cierran y un candado encierra el invernadero.

Las palomas hacen nidos, el sol, las lluvias oxidan los fierros, la pintura se corroe y las escaleras mueren

¿Qué cosas misteriosas y que cosas esconden las paredes del corazón, o el mismo futuro?


Que cosas han escuchado y los hemos guardado de nuestras mentes?

Te miro invernadero sorprendente, te miro y te sueño en tus años, te miro e imagino tu juventud; no basta para ti guardar un secreto de amor verdad?

No basta que los fantasmas te visiten?

He visto que piezas te faltan y que con toda tu pena puedes destruir a alguien dándole muerte, he visto también que aun conservas tu magia que se esconde entre tu pintura corroída y tus fierros antiguos, pero sabes?… hay alguien que aun no se olvida de ti, y aunque le falten cuerdas al violín seguirá sonando.

Muchas veces nos caemos, muchas veces nos herimos; pero aunque otra cuerda antigua y sin afinar se vuelva a cortar, aunque mis dedos sangren por no parar, seguiré tocando a ti, mi invernadero, para traer el pasado alegre en este presente y para que tus poros respiren mi juventud para sentirte libre, porque ya no te puedes esconder de mi, yo se que existes, lo sé yo y mi amigo imaginario, lo se yo y las sombrillas antiguas, lo se yo y los besos que tu ocultas y guardas secretamente entre tus fierros.